Si quieres que tus vídeos sean vídeos virales, apóyate en la neurociencia.

Actualizada a enero de 2016

Antes de valernos de la neurociencia para convertir nuestros vídeos en vídeos virales, deberíamos conocer en qué consiste concretamente eso de la viralidad y cómo pude beneficiarnos.

Entendemos por vídeo viral, o contenido viral en general, aquel que se extiende y difunde entre miles de personas en Internet. Las redes sociales juegan un papel decisivo en la viralidad ya que gracias a ella, los contenidos, se difunden más y con mayor velocidad.

Conseguir que nuestro vídeos sean vídeos virales puede aportarle a tu empresa numerosas ventajas. Una de ellas, y puede que la más reseñable, es la enorme visibilidad que tu empresa tendría.

Si un vídeo de tu empresa se convierte en viral, conseguirás ser visto, y conocido, por miles de usuarios de Internet. Esto ayudará, y mucho, a tu imagen de marca, ya que si eres conocido por muchos, serás recordado más fácilmente.

Otra ventaja es que, si tus vídeos se dan a conocer, inmediatamente muchos usuarios acudirán a tu web para descubrir quién eres y qué les puedes ofrecer. Seguramente, si tus vídeos han gustado tanto como para convertirse en vídeos virales, quienes lo hayan visto, querrán más de ti. Esto, además de como decíamos respecto a la visibilidad y la imagen de marca, ayudará a mejorar tu posicionamiento web.

También podemos destacar entre los beneficios que los vídeos virales aporta a un negocio el económico. No hace falta una gran inversión o un vídeo de una calidad extrema. Muchos de los vídeos que se han convertido en virales en la red eran de dudosa calidad. Lo que cuenta es el contenido, de lo que trata o lo que muestra el vídeo, no tanto la parte técnica del mismo.

Como ves, son varios los beneficios que obtendrás si consigues un vídeo viral. Los vídeos virales se han convertido en una magnífica herramienta de marketing digital. Planificar una de estas campañas es laborioso, porque no es fácil acertar y por la imprevisible respuesta del público objetivo. Sin embargo, algunos expertos en neurociencia consideran que es posible predecir el grado de impacto emocional que poseerá determinado contenido, si éste provocará sorpresa, el grado de atención que generará etc. Pero, ¿se puede conocer de antemano si el target asociará las emociones con nuestro producto, con nuestra marca?

La respuesta se antoja complicada, aunque la ciencia puede que tenga la clave. Todos recordamos uno de los últimos ejemplos virales de nuestro país, la famosa campaña de “el palo”. ¿Alguien recuerda qué producto anunciaban exactamente?, ¿y el anunciante?. Un porcentaje de lectores acertará con sus respuestas, pero otros serán incapaces de identificar la marca o, ni tan siquiera, el tipo de bien o servicio que se promocionaba.

En Internet, abundan los artículos que explican cómo hacer marketing viral exitoso. En principio, la teoría es bien simple: lancemos una idea nueva e innovadora y que el entorno 2.0 y las redes sociales se encarguen de difundirlo como la pólvora. Pero el proceso de planificación resulta algo más complicado y como agencia de marketing digital lo sabemos. Han de tenerse en cuenta conceptos como el social currency, que es el grado en el que los usuarios comparten una información o una marca con sus contactos.

Pero, ¿qué ocurre con la asociación de ideas?, ¿se puede planificar que los espectadores asocien la campaña con nuestra marca?. No se trata de preguntas sin importancia, pues la rentabilidad de la estrategia depende, en gran medida,  de esas asociaciones semánticas o visuales con el producto o servicio.

Los expertos en neurociencia creen que dichas vinculaciones con la marca serán mayores si se dan experiencias múltiples o son varias las exposiciones a la comunicación.  Esas asociaciones facilitan la labor al cerebro. Es fundamental que éstas creen valor, pues este factor es la base de la decisión y de la fidelidad de la marca.

Por tanto, parece posible prever, científicamente, si marca y producto se asociarán con el anuncio y si existirá una respuesta emocional positiva por parte del público. Eso sí, no basta con prever esta cuestión si no nos esforzamos por ofrecer un contenido que guste a nuestros usuario. En los vídeos virales no debe faltar la originalidad. Deben llamar la atención desde lo inesperado, impactar e intentar siempre entusiasmar a nuestro target con el mensaje que incluyamos en nuestro vídeo. Todo ello contribuirá a potenciar el boca oreja, la difusión y la viralidad. Parece que el factor suerte no es tan determinante en este campo, como muchos pensábamos.

Imagen: Flickr-Carlos García Torrado