A las Pymes empieza a calarles el mensaje de que el mejor pescado pueden hallarlo en alta mar. Concretamente, en las redes sociales. Sólo hay que poner el anzuelo en Linkedin, en Facebook y Twitter para que la clientela se enrede en sus “redes” (nunca mejor dicho). Sin embargo, no hay que seguir el ejemplo del pescador que aguarda a que el trabajo lo hagan el azar y la paciencia.