A veces los emprendedores deben decidirse a abandonar su confortable agujero hobbit y, bien pertrechados de magos que respondan al nombre de Gandalf, aventurarse por los senderos empresariales. Además, según Sage y la Fundación Iniciador, a través del Obsevatorio del Clima Emprendedor de 2012, los emprendedores españoles se sienten solos, incomprendidos y faltos de optimismo en cuanto a las vías para obtener liquidez, porque nunca un banco fue dama tan difícil de conquistar.