Las redes sociales son plataformas idóneas para encontrar trabajo.
Pero, debido a la inmediatez con la que viaja la información, debemos cuidar nuestra reputación online para que no se estropee nuestra imagen de cara a las empresas.
Somos muy fans de las redes sociales, ya lo sabéis. Estas geniales plataformas han revolucionado nuestra forma de comunicarnos y relacionarnos; así como nos han dado otra perspectiva del mundo. Cada vez más, utilizamos nuestro tiempo libre para retuitear, compartir, comentar, usar hashtags… Bien es cierto que es muy divertido participar activamente en comunidades y encontrar al otro lado de la pantalla cyberamigos que nos saquen una sonrisa. Las redes sociales, como podemos apreciar, nos permiten conectar con grupos de personas en distintos ámbitos y, por tanto, también permiten crear redes de trabajo. Su estructura comunicativa nos da muchas ventajas. Al estar basadas en el usuario y ser interactivas, nos resulta muy sencillo establecer una red de contactos, comunicarnos, realizar networking, potenciar nuestra marca personal y desarrollarnos personal y laboralmente, entre otras cosas. También podemos promocionarnos y estar en contacto con profesionales de nuestro sector y posibles empleadores, algo que resulta fundamental si buscamos empleo activamente. Ahora, podemos conectar directamente con la empresa, y viceversa.