Todas las marcas tienen un miedo, y éste es enfrentarse a una crisis de reputación online. La inmediatez de las redes sociales e Internet han hecho que varias empresas se tiren de los pelos para intentar controlar una crisis así. Hay varias opciones válidas, desde admitir el error y rectificar, hasta aprovecharte de esta misma para sacarle partido.
Gestionar una crisis de reputación online puede resultar muy peligroso, la imagen de tu empresa está en juego. Esta podría verse dañada debido a la facilidad con la que se podría propagar en Internet. Además, la gente tiende a recordar más fácilmente las cosas negativas que positivas. Queremos evitar esto a toda costa, ¿verdad?