¿Alguna vez tu abuela te dijo el famoso refrán de donde las dan las toman? Pues este post es la versión 2.0 de ese concepto, la que tú contarás a tus nietos. Y es que en ocasiones, 140 caracteres son más que suficientes para aplicar un sonoro “zasca” a los más graciosillos de Twitter.
Junto a las chicas populares, los deportistas o los “empollones” de la clase hay un espécimen humano que nunca falta en una escuela que se precie (y que no se precie, también): el graciosillo. Estos personajes, pues no existe otra forma de catalogarlos, han existido desde siempre. ¿Su fecha de extinción? remota. ¿Su estado actual? En plena transformación digital. Y es que los graciosillos de hoy en día han cambiado la cerbatana por el smartphone, se han hecho una cuenta en Twitter y están aquí para torturarte. O no. Porque como veremos a continuación, muchos community managers se rigen bajo la idea de que para graciosos, ellos.